Oso de anteojos se toma selfie con una cámara trampa: Un gesto de agradecimiento hacia la conservación.
En un gesto sorprendente y conmovedor, un oso de anteojos se convirtió en protagonista de un momento único en la Zona de Reserva Campesina Pato Balsillas, ubicada en San Vicente del Caguán, Caquetá. Una cámara trampa capturó el instante en que este majestuoso ejemplar interactuaba con el dispositivo, ajustándolo hábilmente para lograr el mejor ángulo posible, y finalmente, se tomó una selfie antes de continuar su camino por la densa vegetación de la selva.
Este singular episodio no solo dejó asombrados a quienes presenciaron las imágenes, sino que también simboliza un mensaje de gratitud hacia las comunidades locales que han dedicado esfuerzos significativos a la conservación de esta emblemática especie. En este rincón de Colombia, 50 familias ganaderas pertenecientes a la Cooperativa COOPABI y jóvenes del Club de Monitoreo Huellas del Oso de San Vicente del Caguán lideran un loable proyecto destinado a preservar el hábitat del oso de anteojos.
El respaldo crucial de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), a través del programa Amazonia Mía, ha permitido la implementación de diversas estrategias de conservación. Entre estas destacan la instalación de cámaras trampa para monitorear la población de osos, así como la firma de 50 acuerdos de conservación para proteger más de 13 mil hectáreas de bosque. Además, se están sembrando 25 mil plántulas nativas para enriquecer el entorno y proporcionar alimento para los osos andinos.
La cooperativa COOPABI, en colaboración con Amazonia Mía, ha adoptado medidas innovadoras para fomentar la coexistencia armoniosa entre humanos y osos. Mediante la estructuración de planificaciones veredales y prediales, se promueven prácticas sostenibles que garantizan la seguridad de ambas especies. Un ejemplo notable es la rotación de potreros durante los períodos de fructificación del roble, lo que reduce el riesgo de encuentros no deseados y permite que los osos disfruten de su hábitat natural sin interferencias.
Este esfuerzo no solo se limita a la protección del oso de anteojos, sino que también contribuye a la preservación de los valiosos ecosistemas de la Amazonia colombiana. La cooperativa COOPABI y sus aliados están desempeñando un papel fundamental en la mitigación de los conflictos entre humanos y osos, asegurando así un futuro más prometedor para ambas especies.
En resumen, el encuentro entre el oso de anteojos y la cámara trampa no solo fue un instante de curiosidad y diversión, sino también un recordatorio elocuente de la importancia de la conservación y la coexistencia pacífica entre todas las formas de vida en nuestro planeta.
Informativo Linda Stéreo