Representante Jhon Fredy Núñez Ramos lideró ayer debate crucial en el Congreso sobre paz y seguridad nacional.
Ayer 24 de abril el Congreso de la República fue testigo de un intenso debate de control político en el que se abordaron temas cruciales para el futuro de la nación. En el centro de la discusión estuvieron el ministro de Defensa Nacional, Dr. Iván Velázquez, y el Comisionado para la Paz, Otty Patiño. Entre los participantes se destacó la presencia activa del representante a la Cámara, Jhon Fredy Núñez Ramos, quien planteó cuestionamientos y reflexiones fundamentales para el país.
El representante Jhon Fredy Núñez Ramos señaló la ausencia del ministro de Defensa Nacional y otros altos mandos militares en la audiencia pública, lo cual refleja una desconexión preocupante entre las autoridades y las realidades que enfrenta la comunidad, especialmente en regiones como el Caquetá y el Huila, donde persisten graves problemas de seguridad.
El debate se enmarca en un contexto de reclamos y quejas expresados por la ciudadanía en una audiencia pública celebrada el pasado viernes. Entre los principales reclamos se destacan la necesidad de poner fin a los asesinatos de líderes sociales y comerciantes, así como de erradicar las extorsiones y reclutamientos en los territorios. Estos problemas, que afectan profundamente la estabilidad y seguridad de la nación, demandan respuestas efectivas por parte de las autoridades.
Uno de los puntos más polémicos del debate fue la postura del Comisionado para la Paz, quien fue objeto de críticas por sus declaraciones respecto al financiamiento y reorganización de grupos armados al margen de la ley. Estas declaraciones suscitaron interrogantes sobre la coherencia entre las acciones del Estado y los principios constitucionales que garantizan la vida, bienes y honra de los ciudadanos. Es esencial que cualquier proceso de paz se desarrolle dentro del marco de la legalidad y el respeto a los derechos fundamentales de la población.
Además, el representante Jhon Fredy Núñez Ramos señaló la ausencia del Ministro de Defensa Nacional y otros altos mandos militares en la audiencia pública, lo cual refleja una desconexión preocupante entre las autoridades y las realidades que enfrenta la comunidad, especialmente en regiones como el Caquetá y el Huila, donde persisten graves problemas de seguridad.
En este sentido, es imperativo que las negociaciones de paz se lleven a cabo de manera transparente y participativa, involucrando a todas las partes interesadas, especialmente a las comunidades afectadas por el conflicto. La paz no puede ser impuesta desde arriba, sino construida desde la base, con el compromiso y la participación activa de todos los sectores de la sociedad.
El compromiso con la paz no debe ser una mera retórica, sino una práctica cotidiana que se refleje en políticas y acciones concretas para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los ciudadanos. Es hora de que las palabras den paso a los hechos y que las autoridades asuman su responsabilidad de proteger los derechos y la seguridad de la población.
En conclusión, el debate en el Congreso evidencia la urgente necesidad de abordar los desafíos que enfrenta el país en materia de seguridad y construcción de paz. Es momento de que las autoridades asuman su compromiso con la democracia y la legalidad, garantizando que cualquier proceso de paz se desarrolle en consonancia con los principios constitucionales y los derechos humanos. La paz verdadera solo será posible si se construye sobre bases sólidas de justicia, equidad y respeto mutuo.
Por: Liliana Yasmin Diaz